A pesar de los esfuerzos realizados por las Administraciones Públicas y las empresas, la innovación española está lejos de las cifras que se manejan en la Unión Europea. Mientras que el conjunto de la UE invierte hoy un 25% más en I+D que antes del inicio de la crisis económica, España lo hace en un menos 10%. Esto es lo que revela el último informe publicado por la Fundación COTEC
Son cuatro los factores sobre los que se debería mejorar para lograr que España se posicione entre los primeros países innovadores, y no porque la innovación se haya convertido en la palabra de moda, sino más bien porque, ya sea por nuevas creaciones o por las mejoras en lo ya existente, contar con un tejido empresarial y un sector publico innovador genera crecimiento económico y riqueza nacional.
El primer factor resaltado por el Informe COTEC es la baja participación de las empresas y del sector financiero en las actividades innovadoras. La innovación es una actividad de alto riesgo, pero no más arriesgada que emprender cualquier otro tipo de proyecto empresarial. Sin embargo, no se entiende así, hablar de innovación en España es hablar de actividad de alto riesgo y bajo control sobre la actividad que se desarrolla, por ello no es de extrañar que las empresas no encuentren un aliado en la financiación tradicional en proyectos de innovación. Si analizamos el mercado financiero español, incluido el ICO, salvo el Fondo Europeo de Inversión (FEI) no encontraremos financiación a los intangibles expresamente, lo que obliga a la mayoría de las empresas (micropymes y pymes) a recurrir a préstamos tradicionales con altos tipos de interés.
El segundo factor es la débil capacidad tecnológica y de capital humano del tejido empresarial, donde España se sitúa a la cola de Europa en cuanto a inversión en estos activos. En estos días en los que patronal y sindicatos están hablando de la subida salarial, quizás se tendría que empezar a hablar también de los bajos salarios en comparación con los países de la UE que perciben nuestro capital humano investigador.
Un tercer factor no estructural, es la política de recortes presupuestarios públicos en ciencia e innovación que no se han visto compensados por el aumento de los Fondos Europeos captados en I+D, lo que evidencia que pese a las ayudas recibidas por parte de la Unión en materia de innovación no se logra orientar la actividad empresarial hacia proyectos de ciencia e innovación.
Por último, el esquema de incentivos fiscales que, pese a ser reconocido como uno de los más ventajosos de la UE en término de deducciones y bonificaciones, no cuenta con la publicidad ni con la seguridad necesaria para que las empresas lo implanten en sus estrategias empresariales. Las transferencias de créditos fiscales, las deducciones fiscales en I+D+I y el Patent Box son los incentivos fiscales por los que las empresas pueden optar.
En relación a la transferencias de créditos fiscales, tan solo las Comunidades Autónomas de Navarra y País Vasco parecen haber encontrado en ellas una vía para impulsar la innovación, el resto bien por desconocimiento o por falta de interés no participan en el uso esta herramienta fiscal.
En cuanto a las deducciones fiscales en I+D+I siendo instrumento muy útil para lograrse deducciones de hasta el 45% en la innovación tecnológica, el 17% en bonificaciones en cotizaciones sociales y el 8% en intangibles, requiere de certificaciones técnico científicas, alto conocimiento fiscal para el cálculo de los importes y el cumplimiento de requisitos “a posteriori”.
El último instrumento fiscal es el Patent Box (cesión y transmisión de intangibles) con el que se puede lograr hasta el 60% de reducción en las rentas procedentes de la cesión y transmisión de los activos intangibles, rebajando la carga fiscal de las sociedades.
Desde NOVIT Legal consideramos que el dar publicidad y posterior asesoramiento en los incentivos fiscales para integrarlos en las estrategias empresariales permitirá incrementar la inversión en proyectos de innovación y acortar las brechas con Europa en esta materia. Pongámonos a ello.
Por Amparo Fernández Carrasco
Business Development Manager NOVIT Legal